Conozco por los poderes del aire,
por los poderes del agua y la audacia;
por el fuego ejerzo mi voluntad,
por la tierra aún guardo silencio,
y en su corazón y su altura
ando mi camino en derechura.
¡Bendito sea!
Benditos sean los muertos que saben.
Benditos sean los muertos que vigilan.
Benditos sean los muertos que existen.
Gratitud por todo el bien que me han hecho.
Reverencia por toda vuestra ayuda y guía.
Esto decimos en esta noche del año
como símbolo de todas las noches
de todos nuestros años.
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