
El viento sobre los árboles, el húmedo frió después de la lluvia invernal, música nocturna de hojas y ramas agitadas suavemente por brisas, mormullos, susurros, lamentos, risas, gritos surgidos de lugares desconocidos, y miles de notas musicales al compás de las estrellas.
Libertad del pájaro nocturno, atento a cazar la distraída presa. Su sorpresiva aparición desde la nada silenciosa.
Muerte con alas, respetable muerte, amada muerte mía, fría y sublime muerte.
Voces emergen de la oscuridad, ecos lejanos, rebotando en cada superficie, desapareciendo casi al instante, dando la base a la música celestial y eterna.
Amo las noches de los días, los días con sus noches, composición oscura y dulce, uno y el universo sobre mi cabeza,
El recuerdo lejano de una vida, fantasmas de personas que acompañaron mi pasar por esta tierra amada, que criaron y cuidaron, ahora solo, converso con sus espectros._
Azariel
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