viernes, 2 de noviembre de 2007

+ El fuego +


La música del pianista loco entrando por mi ventana, adornando el aire de coléricas notas, regalando tétricas melodías de disonantes estructuras

Yo y mi libro, sentado, alumbrado por la luz amarilla de la calle, en penumbra, como los personajes de la novela que tengo en mis manos ganan la batalla ideológica para formar una nueva era, donde las practicas ancianas y supersticiosas solo frenan la evolución hacia nuevas épocas inmortales.

Inmortalidad, que el antiguo alquimista busco, formula “mágica” tan perseguida… Aquel viejo doctor: John Dee, fue el único poseedor de la tan preciada piedra filosofal, sin embargo este solo buscaba mas conocimiento. Así fue que se contacto con el temible Ángel de la ventana de occidente, quien solo se alimento de su curiosidad, apareciendo en cada sesión más hermoso y adornado.

Pobre viejo consumido por sus deseos de sabiduría y amor por su reina…

¿Cuanta cosas buscamos?, yo, el calor perdido de un hogar el cual abandone para escapar de mí, arrancar mis pesadillas en vida, correr de mi propia auto aniquilación, del vacío espiritual y moral en que me estaba ahogando.

¿Cuantos podemos decir que hemos llorado por despertar? Al darnos cuenta que ese abismo es real, tan real que nos quema por dentro, mas la escapatoria es una sola…

Recuerdo la película “Contra la pared”, donde el Siquiatra, le dice a Cahit: “puedes acabar tu vida sin matarte”…, “existen muchas formas de suicidarse…”

La música exterior ha cesado, pondré a “Swans” para recuperar la oscuridad y la esperanza.

La inmortalidad podría ser tan torturadora… acabar como Magnus en la pira… deseando la muerte a tantos siglos de existencia, vida eterna, soledad eterna, gran búsqueda aquella de los alquimistas y su piedra filosofal… mmm.

Será por sincronía, la canción de "Swans" que escucho dice en uno de sus versos: “Aquí muerto, descubro que no existe nada…”

Y sigo aquí... cambie de ciudad pero no de esencia, cambie algunos problemas por otros, del infierno al purgatorio, de la soledad al abandono… Y mis actos transformados en lo que podría llamar: Oro.

Tan curtido estoy por la vida, que el error ya no daña, pocos me engañan, no veo solo los actos sino lo que ocultan los ojos, me antepongo siempre a los hechos y desconfió de todos… menos en ella...

El fuego nos cambia, modela o destruye...


)Azariel(

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