
Muchas almas acompañaron este año, un año difícil, conflictivo, de decisiones que involucran vida.
Fui desprendiéndome de acompañantes que entorpecían mi andar, no me arrepiento por ningún motivo, ahora mi circulo directo es reducido, estoy más solitario que en otras épocas en donde no faltaba la compañía y las ganas de pasarlo bien sin importar los costos, autodestruirme, calmando mi necesidad de otros, de no sentirme aburrido (algo que aun no soporto ni tolero)
Extraño a mis amigos de camino, se perdieron en mi partida a estas tierras envenenadas, esta me ofreció asilo para curar una herida difícil de cicatrizar, causante de un dolor maligno.
Aquí conocí el frió y el hambre real, conocí el amor cosmético, el mal y el buen sexo, pude llenar el lado izquierdo de mi cama por algunos meses y transformarme en el weon nefasto, ser un canalla… me odian!
Pónganse a la fila, son muchos los que me odian, soy un buen enemigo al parecer, puedo ser como la peste o la lepra, da igual… también puedo ser un ángel, por algo Azariel fue el ángel que bajo a los infiernos por decisión propia… ¿esperanza?
Extraño a Rodrigo, no tengo calificativo para él, es parte de mi lado más sombrío y mágico, lo mágico es parte de mí, un aliado dulce y sutil, juramos ante la oscuridad nunca sepáranos, él fue mi espía etéreo, cuantas veces lo mande a mirar por ahí… como me gustaría tenerlo junto a mí nuevamente.
Mucho de aquello lo desligue de mi actual vida y jamás comento. Como dijo un viejo amigo cantinero: “Esos fueron otros tiempos”
Ahora estoy aprendiendo y a reconciliarme con mi soledad, me auto condene a ser un ermitaño, por lo menos trato de serlo, creo que es necesario para acabar con algunos vicios que han corrompido mis emociones.
Se viene un terremotito…
Rodrigo, tu eres de aquellos que estaremos por eones juntos.
+El Maldito+
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